Hace unos días se ha hecho público el descubrimiento en el término municipal de Setenil de un observatorio astronómico. La investigación que se está llevando a cabo nos aporta una visión gráfica de la astronomía en época medieval y de principios constructivos.
La clave, según parece, está en un principio geométrico que ilustra una realidad física sobre la cual se desarrolla todo el sistema astrológico.
Los científicos medievales introdujeron las cifras o guarismos que colocadas según un orden posicional, nos permiten hacer cualquier cálculo matemático o geométrico. El conocimiento de las cifras lo obtuvieron se su contacto con los hindúes, que habían desarrollado extraordinariamente las matemáticas, especialmente la aritmética y el álgebra.
Sobre el tema del cálculo de los elementos de las figuras geométricas, en especial polígonos regulares y circunferencias, es importante la aportación de al-Kasi, que compone una obra titulada Tratado de la circunferencia. En él, con ayuda de extracciones sucesivas de raíces cuadradas de la media aritmética de los perímetros de los polígonos regulares, inscritos en la circunferencia, calculó la longitud de la misma.
Según este método obtuvo la relación entre la longitud de la circunferencia y su radio, es decir, el número pi. La tradición matemática se completa con la introducción, también a partir de los indios, de las funciones trigonométricas. Conocieron y emplearon el seno, el coseno y establecieron el resto de funciones trigonométricas. Las primeras nociones en este campo se las debemos a al-Habas.
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